Doctora Claudia Sheinbaum Pardo Presidenta de los Estados Unidos Mexicanos y Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas;

Apreciables representantes del poder legislativo;

Distinguidos integrantes del Gabinete legal y ampliado del Gobierno de la República;

Invitados especiales;

Agregados de Defensa, Militares, Navales, Aéreos y Policiales acreditados en nuestro país;

Compañeras y compañeros de armas del Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Guardia Nacional;

Apreciables familias, niñez y juventud mexicana que nos acompañan;

Representantes de los medios de comunicación;

Muy buenos días.

Hoy con gran satisfacción recordamos uno de los episodios más significativos en la historia de nuestro país: la Revolución Mexicana; movimiento social que tuvo como estandarte los anhelos de igualdad, libertad, justicia y democracia… y definió nuestra identidad como nación.

Hoy recordamos que a la par de Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Emiliano Zapata, Francisco Villa, Felipe Ángeles, Álvaro Obregón y de otros próceres más, célebres mexicanas también se sumaron cambiando paradigmas en aquella época, integrándose como combatientes o bien en otras áreas que impulsaron al movimiento revolucionario.

Entre las que empuñaron las armas, podemos nombrar a Carmen Serdán, Valentina Ramírez, Carmen Vélez, Rosa Bobadilla y Amelia Robles, quienes fueron líderes estratégicas del movimiento armado.

También, desde otras trincheras coadyuvaron periodistas, escritoras, maestras y activistas como Juana Belén Gutiérrez, Elisa Acuña y Hermila Galindo Acosta quienes con su pluma y voz lucharon por consolidar los derechos de equidad, justicia y libertad para las mujeres.

De ahí que este proceso histórico fue un punto de inflexión para la integración de la mujer en el desarrollo de México, permitiendo que hoy en día ocupen posiciones de gran relevancia en la vida pública del país, como nuestra Presidenta de los Estados Unidos Mexicanos y Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas.

Primera Jefa de Estado que con gran liderazgo asumió el mando supremo de las instituciones militares, que surgieron de la Revolución para servir al pueblo de México.

Esa es la esencia y el sentir que nos guía en cada misión encomendada, porque llevamos en nuestro gen el anhelo de aquella lucha armada; así lo expresó en un manifiesto a la nación en 1939 el General Joaquín Amaro Domínguez, precursor de la profesionalización del Ejército Mexicano, quien inició su carrera militar dentro de las filas revolucionarias, indicando lo siguiente:

Inicio cita: “Consagré mi vida a la revolución y al Ejército; a la revolución, por su profundo y amplísimo contenido de justicia social; y al Ejército, porque entre sus filas figuraron siempre los hombres (y por supuesto también las mujeres) que combatieron a la dictadura y a la usurpación y ofrendaron sus vidas en aras de los más nobles y caros ideales de nuestra nacionalidad y de nuestro pueblo, quedando muchos de esos luchadores perdidos en la oscuridad anónima.

Consagré mi vida a ese Ejército en cuyo espíritu conserva y conservará firmemente los principios democráticos, que fueron los originales de nuestra verdadera revolución”. Fin de la cita.

Esta frase encierra el sentir de todo integrante del Ejército Mexicano por el movimiento revolucionario, ya que marcó nuestro origen, del que nos sentimos muy orgullosos.

Siendo precisamente en el año de 1939 la primera vez que en esta conmemoración se otorgaron ascensos y recompensas a los integrantes de las fuerzas armadas, por sus servicios distinguidos en la carrera de las armas.

Tradición que continúa hasta nuestros días para reconocer el esfuerzo de atletas militares; la perseverancia de mujeres y hombres que con entusiasmo y disciplina han servido de manera ininterrumpida en las fuerzas armadas; y la entrega de quienes alcanzan el ascenso al grado inmediato superior.

A todas y todos los integrantes de las fuerzas armadas de tierra, mar y aire que fueron condecorados y a los que ascendieron, les hacemos patente nuestra felicitación por su importante contribución a México.

Muchas felicitaciones a sus familias, en especial a sus madres, padres, esposas y esposos, así como hijas e hijos, porque con su apoyo sus logros son también los de ellos.

Amable auditorio:

Con la firmeza de los ideales del movimiento social de 1910, las Fuerzas Armadas y Guardia Nacional, todos los días trabajan para superar los retos actuales y suman esfuerzos a favor del progreso de nuestro país.

Así se ha demostrado ante las crisis provocadas por desastres naturales, donde se han puesto en marcha los Planes DN-III-E y Marina, para afrontar las afectaciones provocadas por los huracanes “John” en el estado de Guerrero y Oaxaca, así como  “Nadine” en los estados de Veracruz y Tabasco.

Otro aspecto importante para coadyuvar al bienestar de la sociedad y al desarrollo nacional, son los diversos trabajos que realizamos en la rehabilitación de 17 carreteras federales y 181 caminos en los estados del sureste mexicano y en la construcción de más de 3 mil kilómetros de vías férreas hacia el norte del país y el tren de carga en la península de Yucatán, solo por citar algunos.

En ese sentido, es meritorio recordar precisamente la importancia que representó en la Revolución Mexicana la infraestructura ferroviaria; elemento esencial para el traslado de personal y pertrechos en todo el país, aunado al caballo, que en muchas batallas fue el elemento decisivo para obtener la victoria.

Por eso, en esta fecha significativa llevamos a cabo el tradicional desfile cívico militar resaltando al caballo y al ferrocarril, para recordar a las valientes mujeres y hombres revolucionarios y a los pueblos originarios representativos de aquella época, que se sumaron a la lucha armada para defender sus derechos, entre los que destacan: los Xochimilcas, Ajusquenses, Yaquis, Mayos, Zapotecos, Otomíes, Mixtecos y Totonacas.

Doctora Claudia Sheinbaum Pardo, Presidenta de los Estados Unidos Mexicanos y Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas:

En el marco de la celebración del 114 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana, las mujeres y hombres de tierra, mar y aire, reafirmamos nuestra lealtad a las instituciones, a la nación y a usted, nuestra comandanta suprema; principal premisa que nos mueve todos los días para servirle a la sociedad en todo tipo de situaciones.

Ese firme ideal ahora más que nunca se vivifica en esta nueva etapa en la que se pondera el humanismo mexicano, la honestidad, la cercanía con la gente, la libertad, la diversidad y el interés supremo del pueblo de México.

Ese es el camino que nos motiva a seguir consolidando los ideales por los que se gestó el primer movimiento social del siglo XX y que originó la Constitución de 1917, primera Carta Magna del mundo en consagrar la protección a grupos sociales desprotegidos.

Ese es el camino que nos impulsa todos los días a la sociedad y a sus fuerzas armadas a seguir forjando el país que merecen las familias mexicanas.

Muchas gracias.