• Miles de personas participaron en las actividades gratuitas de arte, juego y exploración sensorial, organizadas por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México
  • Narraciones, talleres, música y espectáculos escénicos reforzaron el compromiso con el acceso a los derechos culturales de las infancias
  • Se cuenta con una jornada más, el próximo miércoles 30 de abril, en el Centro Cultural Helénico

 

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México celebra a la niñez con “Juguemos en el Bosque. Arte para infancias”, jornadas artísticas y culturales gratuitas. El festival, de tres días (sábado 26, domingo 27 y miércoles 30 de abril), se organizó a través de la Coordinación Nacional de Desarrollo Cultural Infantil – Alas y Raíces, la Dirección General de Promoción y Festivales Culturales, el Pabellón de Cultura Comunitaria, el Complejo Cultural Los Pinos y el Centro Cultural Helénico.

Con la presencia de más de diez mil personas durante el fin de semana, fue el Complejo Cultural Los Pinos el recinto que recibió el segundo día de actividades, lleno de arte, imaginación y juego.

Desde las once horas del domingo, la Plaza Jacarandas vibró con propuestas escénicas como «Caja de historias», de Xexa Toje, en la que niñas y niños participaron en la creación de relatos únicos. Más tarde, el grupo ImproTOP presentó «Logos», una dinámica pieza de improvisación teatral en la cual las infancias dirigieron el rumbo de las historias.

Mientras que, en la Casa del Árbol, la narradora Ana Cristina Ortega mantuvo atentos a niñas, niños y cuidadores con la historia de Matilda, de Roald Dahl. “Me gusta mucho trabajar para las infancias porque son un público muy sincero, muy honesto. Además, sabemos que las experiencias de la primera infancia marcan profundamente el futuro”, compartió Ortega.

Talleres para imaginar, construir y explorar

En las cabañas 1 y 2 se ofrecieron talleres lúdicos para público de 6 a 12 años. El dueto Station Beatz y el colectivo Spin Master guiaron «Resonancias», un taller de beatbox y break dance. “Estamos felices de festejar con las niñas y los niños y de que descubran que pueden crear melodías y ritmos solo con su voz”, comentaron los integrantes de Station Beatz.

Por ejemplo, en “Descubriendo rutas”, Sandra Gasca y Olaf Sotelo propusieron explorar nuevos mundos; Gasca explicó que “a partir de un dibujo se puede crear un mundo imaginario que es plasmado en un mapa, por el que se pueden hacer un recorrido que conecten con la imaginación de los pares”.

María Daniela, de 6 años, quien participó en el taller, comentó: “Me gustó hacer un mapa con sellos de un mundo que yo inventé y le tracé ríos y caminos. Mi mapa tenía montañas y una carretera».

Entre otros talleres se ofrecieron “Tesoros de otro mundo», en el que Paulina Cortez impulsó la creación de gabinetes de curiosidades. Por su parte, Yosh coordinó «Invisibles», un espacio para descubrir la vida secreta de la naturaleza.

Pasado el medio día –cuando la fiesta se tornó muy concurrida– en la Plaza Jacarandas, la cantante y narradora Norma Torres ofreció «Cuentos de los malos de los cuentos», en la que niñas y niños reinterpretaron a villanos de las historias tradicionales desde una mirada divertida y creativa.

“Estos personajes ‘malos’ también tienen emociones, sueños y razones que podemos explorar. Nos damos cuenta de que los malos no siempre lo fueron y que tienen una historia que contar; también tienen corazoncitos y se enamoran, aunque sean brujas”, explicó Torres.

Sofía, de 10 años, tras participar en «Cuentos de los malos de los cuentos”, reflexionó:»Me gustó porque aprendí que los malos de los cuentos no siempre son tan malos. El lobo puede ser bueno y jugar con los cerditos.»

En el Salón Dos, Christian Reyes condujo el divertido taller «Construyendo mundos imaginarios», inspirado en el universo fantástico de Leonora Carrington, en el que niñas y niños crearon seres híbridos y escenarios oníricos. “Como un juego creamos personajes fantásticos a partir de elementos como cuernos garras y colmillos, alas y cola. Es fascinante escuchar a las y los pequeños, hablar de sus sueños.”, expresó Christian Reyes.

Exploraciones sensoriales para primeras infancias

La Cancha de Tenis se transformó en un gran Bioexploratorio para bebés y niñas y niños en edad preescolar. Inspirados en los elementos naturales –aire, agua, tierra y fuego–, los espacios ofrecieron experiencias sensoriales guiadas por el grupo Dulce de Leche y la artista Norma Torres.

Ana, integrante de Dulce de Leche, comentó: “La idea es que las niñas y niños exploren texturas, sonidos y colores de manera libre, con el acompañamiento cariñoso de sus familias, creando memorias afectivas que fortalecen su desarrollo”.

Una celebración vibrante y colorida

Un poco más tarde, en la Plaza Madero, la Orquesta Basura presentó «Música todo lo-cura», que mezcló ritmos y cuentos en favor de la diversidad, en ese mismo escenario Onder Movement Project activó un masivo encuentro de danza urbana. Luis Delgadillo y Los Keliguanes continuaron con la jornada musical con un grito al unísono que se escuchó por todo el complejo: “¡Niñas y niños punks reclaman sus derechos!”.

La jornada avanzó entre malabares, risas y música. La Comparsa La Bulla llenó la Calzada Molino del Rey de color y magia festiva con su presentación “Vagary”, en la que las familias acompañaron el recorrido en un ambiente de asombro y malabares.

El gran cierre fue en la Plaza Madero, a cargo del grupo argentino-brasileño PIM PAU, quienes, con su propuesta lúdica y educativa, desataron el baile y el canto colectivo entre niñas, niños y adultos.

Compromiso con las infancias

La coordinadora nacional de Desarrollo Cultural Infantil, Alas y Raíces, Guillermina Pérez, afirmó: “El compromiso está en abrir espacios para que niñas, niños y bebés puedan apropiárselos. A través de los lenguajes artísticos, las infancias expresan lo que sienten y piensan, fortaleciendo sus vínculos con familiares y pares de manera más amorosa y asertiva. Apostamos por talleres donde su participación activa sea el centro, espacios de paz y crianza positiva”.

Con alrededor de diez mil asistentes, “Juguemos en el Bosque. Arte para infancias” reafirma la convicción de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México por garantizar los derechos culturales de niñas, niños y bebés.

La celebración continúa el miércoles 30 de abril en el Centro Cultural Helénico, donde se realizarán talleres, narraciones orales y espectáculos de arte circense de entrada libre, para seguir en el festejo del Día de la Niña y el Niño 2025.

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AS