• Exhibe material que forma parte del Archivo Siqueiros, resguardado por el recinto

A través de pinturas, fotografías y material documental, la exposición Cristos en prisión, de David Alfaro Siqueiros (1896-1974), que se presenta en la Sala de Arte Público Siqueiros, del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), explora los Cristos que el artista pintó a partir de su cuarto y último encierro en la cárcel de Lecumberri. En estas obras, Siqueiros retrata a Jesucristo no como figura religiosa, sino como un luchador social y preso político.

La muestra, curada por Daniel Garza Usabiaga y conformada por material que forma parte del Archivo Siqueiros —resguardado por el recinto—, incluye piezas realizadas durante su reclusión, como Cristo del pueblo y Cristo mutilado, ambas fechadas en 1963. También se exhiben fotografías y documentos que dan testimonio de su trabajo en otras obras, como Cristo, el redentor vencido, también de 1963.

Siqueiros fue detenido por “disolución social” el 9 de agosto de 1960. Durante el juicio, incluso se usó el contenido de su obra artística como prueba en su contra. En ese contexto, el artista —conocido como El Coronelazo— convirtió la figura de Cristo en un símbolo: “Yo tomo a Cristo como un perseguido político, eso es, eso fue, una víctima de la represión…”.

Tras su liberación, el 13 de julio de 1964, Siqueiros se instaló en Cuernavaca para pintar un mural en el hotel Casino de la Selva, del empresario Manuel Suárez, donde continuó su serie de Cristos.

En esta misma ciudad, entre 1969 y 1970, el artista realizó la obra Cristo de la paz, que actualmente se encuentra en el Museo del Vaticano. La exposición presenta los materiales de referencia que utilizó para elaborarla: una fotografía en la que aparece con los brazos estirados hacia el frente y los dedos entrelazados, y un detalle fotográfico de sus manos, ambas imágenes tomadas en 1970.

También se incluye una fotografía de un hombre con una corona de espinas, tomada en México alrededor de 1950, así como imágenes del Rostro de Jesús Crucificado, ubicado en la Iglesia de la Santísima Virgen María de Cracovia, y de un Cristo lacerado.

Asimismo, se exhiben las dos medallas que el Vaticano otorgó al artista por su donación, además de material hemerográfico de la época.

Sobre el Cristo de la paz, expresó: “Mi deseo fue presentar a un Cristo Profeta de justicia y de paz que quiere que los hombres, que se llaman cristianos a través de los siglos, sean sus manos para hacer ese testimonio de amor. La humanidad son manos que piden, porque padecen opresión, y manos que han de dar. Esa es la idea y esperanza del Poliforum”.

Siqueiros replicó El Cristo de la paz en uno de los paneles exteriores del Polyforum, con lo cual transformó esa pieza de caballete en una obra de arte público de escala monumental.

La exposición muestra que el muralista no fue el único artista que estuvo y pintó en Lecumberri. Incluye el Estudio mural de la penitenciaria (1943) para el mural La piedad en el desierto, de Manuel Rodríguez Lozano, que es, por un lado, una reinterpretación de La Piedad de Miguel Ángel, y, por otro, la primera obra mural pintada en una cárcel.

La exposición se puede visitar de martes a domingo, de 10 a 18 horas. La SAPS se ubica en Tres Picos 29, Polanco, Ciudad de México.