Secretaría de Cultura | 08 de febrero de 2025 | Comunicado
- El artista presenta una escultura monumental, con lo que establece un diálogo entre la memoria prehispánica y el arte contemporáneo
- La pieza estará en exhibición hasta el 9 de marzo de 2025
A partir de hoy, 8 de febrero de 2025, en el patio de acceso del Colegio de San Ildefonso, sobre los vestigios del Templo Mayor, donde alguna vez latieron miles de corazones en ofrenda a los dioses, ahora reposa uno esculpido en piedra, un símbolo de memoria, rito y permanencia: Ofrenda. La monumental escultura del artista Eduardo Olbés, se presenta en el marco de la Semana del Arte en la Ciudad de México.
El evento, organizado por el Colegio de San Ildefonso, marcó un momento de profunda reflexión sobre la memoria y la historia.
El propio escultor, Eduardo Olbés, nacido en Manila en 1951 y radicado en México desde 1975, compartió la carga simbólica que tiene esta obra en su trayectoria artística y personal.
En un discurso emotivo, enfatizó la relevancia de Ofrenda: «Este año cumplo 50 años en México y por fin llegué. Ahora pongo mi corazón aquí, encima de lo que era el Templo Mayor. Es una ofrenda a todas las ofrendas y corazones que pasaron por aquí antes. Para mí, resuena profundamente.»
Un corazón que dialoga con la historia
El coordinador ejecutivo del Colegio de San Ildefonso, Eduardo Vázquez Martín, subrayó la conexión entre la pieza y el lugar donde fue colocada.
«A nuestros pies siguen existiendo los basamentos del Templo Mayor. Este espacio no está junto al templo, está sobre él. La idea de que un artista nos regale la oportunidad de poner el corazón en el centro de la Ciudad de México, de hacer de esto una ofrenda a todos los corazones que han latido y han dejado de latir aquí, nos pareció un acto de justicia poética”, dijo.
En un gesto que va más allá de la escultura, Ofrenda es un recordatorio del pasado ritual del sitio. Un monolito de jaspe rojo de San Luis Potosí, con un peso de 800 kg, que evoca el color de la sangre y el pulso de la historia.
La curadora María Vinós, quien ha acompañado a Olbés en su proceso creativo durante más de 15 años, expresó la emoción de ver la obra en un espacio tan cargado de significado:
«Hoy celebramos no solo la llegada de este corazón a San Ildefonso, sino también los 50 años de Eduardo en México. Poner su corazón aquí es un gesto profundo. Y verlo materializado en piedra, en un monolito que pasó 12 años en su taller antes de revelarse como lo que era, es testimonio de la paciencia y la escucha del artista hacia su material”.
Vinós, quien también es pareja del escultor, destacó el poderoso simbolismo del corazón, un órgano que, en todas las culturas, es fuente inagotable de metáforas y significados compartidos.
«El corazón en la boca, el corazón en la mano, el corazón roto. Imágenes, lo cuentan todas las lenguas, en todas las culturas, en todos los tiempos. ¿Qué es el corazón para ti?», expresó.
La piedra que se convirtió en corazón
En entrevista, Olbés compartió detalles sobre el proceso de creación de la pieza y la dificultad de trabajar con un material tan resistente.
«Es un jaspe que viene del desierto de San Luis Potosí. No es una piedra que puedas comprar fácilmente, hay que buscarla, pelear por ella. Y luego, trabajarla es una locura. Me tomó siete meses tallarla, pero antes pasé 12 años sin saber qué hacer con ella. Cuando comencé a quitarle las partes blandas, a limpiarla, la forma surgió por sí sola. Era un corazón”, comenta.
Ofrenda es un testimonio de la relación del artista con la materia. Olbés enfatizó que su labor no es imponer una forma a la piedra, sino descubrir la que habita en ella: «El trabajo del escultor es tallar y después callar. Si la piedra no habla, ninguna palabra servirá. Pero si la piedra habla, todas las palabras del mundo le acompañarán».
Un homenaje a la memoria colectiva
La pieza permanecerá en exhibición hasta el 9 de marzo de 2025 y su presencia en San Ildefonso invita a la contemplación y el diálogo con la historia. Como señaló Vázquez Martín, «esta escultura, más que hablar, late», recordando a quienes visitan el recinto que “el arte es una forma de preservar la memoria y resignificar el pasado”.
Para Olbés, el verdadero significado de Ofrenda radica en su capacidad de provocar emociones en quien la contempla. Cuando se le preguntó qué espera que el público sienta al verla, su respuesta fue contundente: «Les va a dar miedo. No hay distinción. Un corazón es un corazón, sea de un mexicano, un sueco o un chino. Todos latimos igual”, puntualizó.
La pieza, con su carga simbólica y su impecable ejecución técnica, es un imperdible en la Ciudad de México, ofrece una reflexión sobre el peso de la historia y la fuerza de la piedra para conservar su memoria. Ofrenda, de Eduardo Olbés, se exhibe en el Colegio de San Ildefonso hasta el 9 de marzo de 2025.
Información: VEC
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