• La muestra del fotógrafo puertorriqueño se encuentra en la galería del primer piso del recinto
  • Conformada por 20 imágenes, permanecerá hasta el 17 de agosto de 2025

Los lugares menos explorados de la Sierra Madre Occidental de Sonora, donde la cultura vaquera pervive, resultado del pasado novohispano y el presente rural, quedan a la vista del público en la exposición Vaqueros de la Cruz del Diablo: paisaje, trabajo y retrato, inaugurada el 25 de junio de 2025, en el Museo Nacional de Antropología (MNA).

La muestra, organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se conforma por 20 imágenes a color y en blanco y negro, realizadas por el fotógrafo puertorriqueño Werner Segarra, quien lleva más de 40 años de registro en la sierra sonorense, la cual ha recorrido a pie, a caballo y a bordo de una camioneta pick up roja.

El director del Museo Nacional de Antropología, Antonio Saborit García-Peña, calificó a Segarra como un fotógrafo “fuera de serie”, que ha registrado no solo la vastedad del norte de México, sino la vida de quienes habitan este rincón del país, que se mantiene como centro de su vida y de sus preocupaciones como artista.

“Su trabajo tiene una cercanía con sus temas, con los paisajes, con las comunidades con las que ha crecido desde la adolescencia. El registro, tanto en blanco y negro como a color, nos habla de un espacio que no conocemos en absoluto. Ver estas imágenes nos enfrenta con algo que nos hace falta: conocer, apreciar y vivir, como lo ha hecho y registrado Werner”, declaró.

En su mensaje, el fotógrafo agradeció al INAH por la oportunidad de mostrar un poco de su obra, cuya intención es proyectar la verdadera esencia de la familia vaquera, la cual, desde su perspectiva, no se había apreciado en su justa dimensión, pues hasta hace poco la difusión de la cultura sonorense se había enfocado en las naciones originarias yo’eme (yaquis), yoreme (mayos) y comca’ac (seris).

“Al ser una figura cotidiana para los sonorenses, no se había abordado de la misma forma al vaquero de la sierra, que resulta ser una mezcla del indio ópata, yaqui y apache, con el europeo, proveniente de España, Francia e Italia, principalmente”.

Asimismo, señaló que las fotografías descubren ante los ojos del mundo una figura que es, fue y será del agrado de niños y adultos: el vaquero del Viejo Oeste, “misma que se creía extinta, pero que vive en esta región de Sonora. El vaquero de montaña, con su piel quemada, el sol de 45 grados, el de las escopetas, chaparreras y espuelas, hombres de rudeza excepcional, pero también con corazón piadoso”.

Subrayó que la recopilación de datos que se desprende de sus imágenes es un legado antropológico, pero también, un homenaje a las formas de vida de las mujeres y hombres que habitan en esta región agreste.

“Este proyecto fotográfico no solo evidencia el legado que a través de mis imágenes dejo de la cultura de los vaqueros de la Cruz del Diablo, sino también el que esta cultura ha dejado en mí”, expresó.

La exhibición se clasifica en tres ejes temáticos: “Paisaje”, en el que se revela la belleza de la Sierra Alta de Sonora; “Retrato”, donde expone la vida familiar como un componente esencial del mundo vaquero; y “Trabajo”, que da muestra de su desempeño “como agricultor, mecánico, veterinario, cercador, cocinero, chofer y, sobre todo, amigo incondicional, padre, esposo, hijo y fiel devoto”.

Sobre la curaduría, Segarra dijo que las fotografías fueron capturadas entre 2011 y 2019, aunque fue difícil seleccionar apenas 20 imágenes de más de 100,000 que ha capturado, ya que su trabajo en la zona se remonta a 1982, cuando llegó en un intercambio desde Arizona, Estados Unidos –lugar donde reside–, enamorándose inmediatamente del lugar y convirtiendo a la cultura vaquera en su pasión.

Sobre el título del montaje, el fotógrafo puertorriqueño indicó que la Cruz del Diablo alude a un cañón, ubicado en el municipio de Huásabas, Sonora, donde tiempo atrás solo había caminos de terracería y carreteras en mal estado, lo que derivó en que vehículos se fueran al precipicio y muriera mucha gente, de ahí el nombre.

Finalmente, comentó que exponer en el MNA es uno de los más grandes honores y logros en su vida, ya que era un sueño que se remonta a 1975, cuando su padrastro y su madre se casaron. Como viaje de luna de miel, llevaron a Werner y a sus hermanos a conocer la Ciudad de México, donde su primera visita fue al museo.

Vaqueros de la Cruz del Diablo: Paisaje, trabajo y retrato permanecerá abierta hasta el 17 de agosto de 2025, en la galería del primer piso del MNA. Entrada libre.